Víctor
Lo veremos todo mucho más claro si vamos a la raíz: el manifiesto ágil.
Individuals and interactions over processes and tools
Working software over comprehensive documentation
Customer collaboration over contract negotiation
Responding to change over following a planThat is, while there is value in the items on
the right, we value the items on the left more.
Cuando la informática empezó a hacerse cotidiana, no se tenía ni la más mínima idea de cómo organizarla. Nadie tenía experiencia. Se hizo exactamente lo mismo que se hizo con la navegación aérea: empezó basándose en las reglas de la navegación marítima porque era lo más parecido que había en ese momento. Luego la experiencia ya fue puliendo el modelo. La informática tomó el ejemplo de la organización industrial, copiando todos sus procesos.
El manifiesto ágil en el fondo venía a decir que ese modelo no funciona con la informática. Sobre todo porque es algo mucho más cambiante que un proceso industrial. Cuando diseñas un coche, o una estructura para construcción, o cualquier otra cosa que podáis imaginar, tiene que durar muchos años y tendrá pocos o ningún cambio durante mucho tiempo. Y tiene que ser seguro porque cambiarlo todo después de terminarlo no es una opción.
El «agilismo» está fracasando porque no resuelve el problema de fondo. En vez de proponer menos (y mejores) protocolos y procesos, se limita a proponer otros ligeramente diferentes que en el fondo no cambian nada. No hay valor para decirle a los jefazos, inversores, etc, que el enfoque industrial no funciona con la informática. No se puede construir una abstracción que permita a los de arriba tomar decisiones que afectan a la parte técnica sin saber cómo funciona entre bambalinas.